ESPAÑA Y EL TURISMO SANITARIO
Era yo residente de Medicina Familiar y Comunitaria, concretamente en mi
segundo año de especialidad y me encontraba haciendo guardia en la puerta de
urgencias. Llamé al siguiente paciente y acuden una señora de unos 70 años
(paciente) y su acompañante; esta última me solicitaba todo tipo de pruebas
para su madre “que acababa de aterrizar”: analítica para conocer el colesterol,
si tiene azúcar,… un TAC y un médico rehabilitador para recuperar la función
del brazo izquierdo tras paresia de lo que a mi juicio había sido un accidente
isquémico hace años,…. Y un sin fin de solicitudes más que la señora me reclamó.
España es un país que da
la bienvenida a legiones de pensionistas europeos ansiosos de sol, mar y camas
hospitalarias. Nuestro país en un paraíso quirúrgico inigualable. El Tribunal
de Cuentas, en el año 2009 indicó que España facturó 441, millones de euros a
26 países de la UE por la asistencia médica prestada a ciudadanos de estos
países, mientras que el gasto que supuso la asistencia de españoles en el
extranjero sumó 46.2 millones. Hay cientos de páginas en internet para los
pacientes internacionales que incluyen billetes de avión, alojamiento y un
variado bufete de operaciones a la carta. España ha sido pura jauga: prótesis
de cadera, by pass coronario, intervenciones de cataratas,…. Entre el año 2000
y 2012, un gran número de extranjeros se empadronaron en España para acceder a
la más completa atención médica. Fue en 2012 cuando se aprobó una reforma sanitaria que supuso el endurecimiento de las condiciones que se imponían a la
población extranjera en situación irregular para poder acceder a la atención médica
y hospitalaria en España.
El turismo sanitario son los viajes que tienen
como finalidad recibir algún tratamiento de salud en un destino determinado; el
objetivo de este viaje es recibir algún tipo de atención médica o someterse a
una operación médica o estética.
El turismo sanitario es
una actividad al alza a nivel mundial ya que las diferencias de los costes
médicos entre los diferentes países son cada vez mayores. El turismo sanitario
en el mundo ya factura cerca de 7000 millones de euros anuales y promete seguir
aumentando en los próximos años.
España se ha convertido en
el sexto destino médico europeo y octavo mundial. El Instituto para el Desarrollo
e Integración de la Sanidad (IDIS) cifra en un 20% el crecimiento anual en
nuestro país; se calcula que este año llegarán unos 140000 pacientes
extranjeros y para 2020 dejarán posiblemente unos ingresos cercanos a los mil
millones de euros.
Con el objetivo de reunir
la potencia del turismo convencional con el potencial de la sanidad privada
española, nació Spaincares, grupo que asocia a la Alianza de la Sanidad Privada
Española (ASPE), la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos turísticos
(CEHAT) y la Asociación Nacional de Balnearios (ANBAL).
España ofrece como destino
terapéutico una altísima calidad sanitaria en un entorno muy agradable. La
mezcla de sol, gastronomía, cultura y el prestigio de numerosos cuadros médicos
la hacen muy atractiva. Los países europeos que aventajan a España como
destinos de turismo de salud son Francia, Bielorrusia, Hungría, Turquía y
Polonia.
En España, la coexistencia
del sistema sanitario privado junto con el público es algo que se ha demostrado
necesario ya que la sanidad privada garantiza la descarga de muchas de las
especialidades que se encuentran saturadas por las listas de espera en el
ámbito público. La duda es en una imagen mercantilista sometida a los flujos de
oferta y demanda de la sanidad, que recordemos es un derecho. Un aumento de la
afluencia a lo privado, así como el aumento de su precio, supondría un fuerte
golpe a quien intentar garantizar una cobertura 100% gratuita. Y la pregunta
es, en esta marco contextual, quién iría primero en las listas de espera
privadas??
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