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Mostrando entradas de diciembre, 2017

Cuando más, puede ser menos.

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Recientemente llegó a mis manos un artículo de Martínez Otero , bueno mejor dicho a la pantalla de mi teléfono móvil a través de esa aplicación de mensajería de la que ya “no podemos prescindir”. Este artículo es una exposición reflexiva de las posibles consecuencias perjudiciales para el ser humano que se esconde tras una puerta que se abre a una supuesta ampliación de derechos, donde muestra cómo legalizar ciertas actuaciones con el argumento de incrementar la autonomía de las personas, pueden originar situaciones de dominio de unos seres humanos sobre otros y su consecuente perjuicio, señalando la importancia de mantener limitado determinados bienes y derechos, o al menos bien regulados en base a unos principios éticos fundamentales. Siguiendo la premisa máxima de aceptar de forma acrítica cualquier práctica, siempre que sea libremente aceptada por la persona y no perjudique a terceros, el artículo habla de la maternidad subrogada ,  la venta de órganos , la eutanasia ...

El rey desnudo

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¡EL PATERNALISMO HA MUERTO! Esa actitud de los profesionales sanitarios, y muy especialmente de los médicos, que nos suponía un principio inquebrantable e infalible de beneficencia hacia nuestros pacientes y una "legítima" autoridad para anular sus deseos y decisiones, es cosa del pasado... ¡QUE VIVA LA AUTONOMÍA! Una autonomía anclada en el primero de los principios de la Bioética Principialista y con un marco legal desarrollado alrededor de la Ley 41/2002, de 14 de noviembre, básica reguladora de la autonomía del paciente y de derechos y obligaciones en materia de información y documentación clínica . Parafraseando a un conocido presentador de televisión, "hasta aquí las noticias, ahora vamos a hablar de la verdad". Y la verdad es que, ni el paternalismo está tan muerto ni la autonomía tan viva. Independientemente de aquellos que niegan la mayor, asumiendo que "papá" (médico) es el único que sabe lo que es mejor para su "hijo" (paciente), n...

Participación y transparencia: exigencias para una sanidad mejor.

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Los ajustes presupuestarios obligados por la crisis económica hacen más necesario que nunca el conocimiento y la información sobre en qué invertimos nuestro dinero público. Esto adquiere especial relevancia cuando se nos advierte de la urgencia en realizar reformas estructurales para mejorarla eficiencia de nuestro sistema sanitario. No es posible planificar en sanidad sin una evaluación sostenida de lo que hacemos. Como ciudadanos y como profesionales sanitarios nos debe interesar conocer los datos y tener acceso a la información, porque sin ellos no podremos construir una opinión sobre la gestión de nuestro sistema sanitario. Estamos avanzando en el progreso en la humanización de la asistencia sanitaria, o mejor aún, en la atención respetuosa y con dignidad a nuestros pacientes. En este sentido, la información y la transparencia en la relación con los pacientes es una práctica ya arraigada. Sin embargo, no ocurre lo mismo con la in...